González Goñi me contó del emotivo homenaje que se
le brindó a Roberto Perera el pasado domingo en el cementerio del Buceo.
Por cuestiones de salud no pude asistir al sentido
acto; pero llamé entonces a González para que me brindara todos los detalles.
Dice González -y no lo pongo en duda- que a mitad
del discurso que Barbaro brindaba en honor del desaparecido Perera (muerto hace
un año), se oyó un grito desgarrador, y que entonces, la muchedumbre de
partidarios (incluido Barbaro) hizo silencio, y con la vista buscó el origen de
aquel aterrador sonido.
El grito provenía, sin duda, de la tumba del
propio Perera.
Poco duró la sorpresa y rápidamente todos pusieron
literalmente manos a la obra; tantos eran, que la tumba estuvo del todo descubierta
en sólo seis minutos y dieciocho segundos. Entre Santoro, Irurtia, Acosta y mi
amigo González; subieron el féretro desde el fondo, y fueron Barbaro y Gandini
quienes lo abrieron.
Adentro,
Perera estaba casi asfixiado, y cuándo el aire entró, respiró profundo y dijo:
-iVIVA EL PARTIDO NACIONAL!-; después se alejó, saltando y silbando bajito la
marcha tres árboles.
Es obvio -me dijo González Goñi-, que el bueno de
Roberto, al estar muerto un año entero, no supo que en las recientes elecciones
nuevamente nos derrotó el partido colorado.
Dieter.
11-6-96.
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